Sporting y Mirandés se daban cita en la jornada 5 de la hypermotion. Con el campo a rebosar de sportinguistas y unos 150 aficionados jabatos que viajaron desde Miranda de Ebro.
Era el debut en el banquillo del experimentado Asier Garitano que fue recibido esta misma mañana en las instalaciones de Mareo y a penas con un entrenamiento de enfrentaba a un reto mayúsculo: devolver la ilusión a Gijón.
Dos equipos bien plantados y con mucha gente en área propia para defender peleaban por cada balón bajo un lluvia que no iba a cesar en todo el encuentro.
Joaquín Panichelli quería seguir con su idilio con el gol y no desaprovechó un balón rechazado al borde del área que no salió bien a tapar Diego Sánchez y que el ariete argentino clavaría en la mismísima escuadra un misil con pierna izquierda y así silenciar al Molinón.
Garitano en el descanso tomaría medidas y haría cambios pero no variaría el sistema mientras que Licci seguiría con su plan de partido inicial.
Varios acercamientos peligrosos del capitán Nacho Méndez pero bien defendidos por la defensa jabata.
El físico se iba mermando debido a la intensidad del partido y a las condiciones climatológicas tan adversas pero si a frío nos referimos apareció de nuevo el pingüino más querido en Asturias: Dubasin con un quiebro por banda izquierda dejaría sólo a Olaetxea que definió a la perfección pese a no ser su zona de confort y devolvería el empate al marcador.
Ya en el descuento el recién ingresado Nico Serrano tendría la ocasión más clara del partido pero que no la aprovecharía y dejaría el empate a 1 ya hasta el pitido final.
Reparto de puntos y ambos equipos y aficiones se pueden dar por satisfechos por el gran partido que han disputado hoy los dos conjuntos.
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